Un tratamiento avanzado donde respirar oxígeno puro en una cámara presurizada acelera la curación de tejidos, favorece la regeneración y tiene aplicaciones neurológicas prometedoras. Está indicado para heridas difíciles, intoxicaciones específicas y causas reconocidas por la FDA. Estudios avalan sus efectos cognitivos y emocionales tras lesiones cerebrales o COVID-19, actuando como una poderosa herramienta médica cuando se aplica con rigor y supervisión profesional.